Una historia bien contada

El wrestling se puede considerar un deporte, pero en el fondo es un espectáculo donde se cuentan historias. Es verdad que muchas se cuentan en el ring, pero el libreto de esas historias es limitado y no siempre se puede depender de eso. 

Por eso son importantes los factores externos para armar historias. Se pueden tomar detalles desconocidos, rivalidades o el simple y clásico odio.

Lo realmente importante de una historia, más que lo que se realiza, es la duración de la misma. Si los fanáticos enganchan con ella puede ser eterna. Que mejor caso que el Stone Cold vs Vince McMahon. En este caso quiero destacar lo que WWE armó con CM Punk y Drew McIntyre.

CM Punk llegó hace casi 1 año a WWE después de ser despedido y menospreciado en TV por parte de AEW. Lo que lo colocó como el "agente libre" más codiciado del momento. En un par de meses llegó a WWE, el lugar al cual maldijo una década antes, e inmediatamente marcó una diferencia. No especificamente en rating, pero si a nivel de historias.

Aunque Seth Rollins parecía ser su primer obstáculo, una lesión y otros detalles hicieron que su objetivo cambiara a Drew McIntyre. Desde Enero a la fecha, se ha manejado esta historia muy bien. Punk haciendo su rehabilitación y Drew burlandose a niveles que no se habían visto en el escocés.

Aunque también en redes sociales es más dificil controlar todos los puntos, porque los mismos luchadores a veces no miden lo que hacen. A la memoria se viene la imagen de Drew McIntyre con Jack Perry de AEW (Y Colt Cabana celebrando al repostear) o incluso otra foto de Drew con Rob Feinstein (antiguo productor de videos de wrestling y que fue acusado de estar con menores por decirlo de una manera simple) y que Punk se burló del escocés al reconocerlo. Después se supo que Drew nunca supo que era Rob, pero el hecho es que la foto existe.

Ya dentro del ring, llevaron su odio poco a poco con promos, burlas hasta costar oportunidades titulares a Drew frente a su gente. El escocés volvió a atacar a Punk humillandolo frente a su gente en Chicago. Después este odio pasó a una historia que involucraba una pulsera y su posterior destrucción.

Es increible como el odio se mantuvo a pesar de ya tener dos combates entre ellos, bastante sangre y que su climax sea la destrucción de una pulsera para terminar en una Hell in a Cell en Bad Blood dentro de poco. 

AEW tuvo una historia del mismo nivel pero a todas luces mucho más violenta. Involucró que uno de ellos bebiera sangre del otro y que quemaran una casa. Si, me refiero a la historia de Hangman Page y Swerve Strickland. El nivel de historia es similar, pero su manejo fue distinto. CM Punk siempre dirigió su odio al escocés y Drew Mcntyre nunca olvidó al de Chicago. Es verdad que la lesión de Punk tomara ese camino, pero ha funcionado de manera increible y creo que al final del día esta historia será más recordada que la de AEW.

Es verdad que Hangman y Swerve tienen una mejor condición física que CM Punk y su combate puede terminar siendo el mejor si los comparamos (depende si aceptan los combates con elementos deathmatch), pero a pesar de que aún no se realiza, la pelea de Punk y Drew será mejor.

El wrestling es de sensaciones. Si lo que vemos es una verdadera pelea puñetazo a puñetazo, al final quedaremos con que el mejor ganó. No es necesario que haya una jeringa pinchando la boca de uno, o que haya un golpe con un ladrillo. Estan vendiendo una guerra donde ambos se muestras como fuerzas similares y se van a destruir. Un odio que no puede ser contenido en un ring y por eso llega a una Hell in a Cell. No creo que lleguemos a ver una carnicería como en la antiguedad, porque no es necesario ahora. Hay gestos, sonidos y golpes que nos venden a veces más que la sangre. Si no, preguntenle a Gunther y sus chops. 

Es una historia de nueve meses, que todos los fanáticos hemos seguido. Que se tuvo que adecuar a los problemas que hubieron como la lesión de CM Punk. Que usó los fanáticos locales de cada uno para potenciar la narrativa. Todo bien manejado y contado. Además, ambos luchadores pusieron de su parte fuera del ring para mantener viva esa rivalidad y no cayera en el olvido. Tendría que pasar algo muy malo para que este combate tenga un mal final. Pero sería injusto no reconocer el buen manejo a nivel de booking desde el principio.

Por todas estas cosas sumadas, y la convicción de que esta rivalidad será recordada por años, reafirmo que este es un modelo de historia bien contada. Y así debería ser el modelo para las historias importantes que merecemos ver en el wrestling a día de hoy.